Estudio de caso sobre la Erradicación del Trabajo Infantil en el caserío Sechaj II, Raxruhá

Fredy E. Pérez – Consultor

El 9 de diciembre del año 2021 se realizó el Webinar de Presentación del Estudio Trabajando juntos para la erradicación del trabajo infantil, Estudio de caso del caserío Sechaj II, municipio de Raxruhá, Alta Verapaz. Dicha actividad virtual fue moderada por Alejandro Aguirre, director ejecutivo de CONGCOOP, la presentación estuvo a cargo de Fredy Pérez, consultor, y los comentarios al estudio fueron hechos por Otto Rivera, de CIPRODENI. El estudio evalúa los resultados del proceso implementado, entre 2017 y 2021, junto a los pobladores de la comunidad de Sechaj II para la erradicación del trabajo infantil mediante estrategias educativas y de organización social.

El fenómeno del trabajo infantil en el Guatemala es un grave indicador de las condiciones de pobreza y desigualdad social. En el área urbana y rural esta problemática tiene sus características distintivas. En esta última, las labores infantiles suelen formar parte de un amplio abanico de estrategias de sobrevivencia familiar y de reproducción de las comunidades campesinas más tradicionales.

Tradicionalmente las labores de los niños y adolescentes se realizan en el ámbito de la propia familia campesina y representan una ayuda complementaria al trabajo del padre y de la madre y, en definitiva, sirven para el aprendizaje de habilidades y responsabilidades sociales. Es decir, al ser complementarias y colaborativas, dichas tareas no representaban un foco de violaciones a los derechos de las niñas y los niños, tal como si sucede en el contexto de los grandes agronegocios.

El estudio Trabajando juntos para la erradicación del trabajo infantil releva importantes datos sobre los efectos de la expansión de palma aceitera sobre la población infantil de una pequeña comunidad rural y evalúa los resultados de las diferentes acciones implementadas por los mismos habitantes de Sechaj (padres de familia, mujeres, maestros, autoridades comunitarias) con el apoyo y el acompañamiento de CONGCOOP y de Kinderpostzegels.

En trabajo infantil dentro de las grandes plantaciones es un problema histórico concomitante al modelo agroexportador en Guatemala. Si bien a tendido a desaparecer dentro de los agronegocios de la caña de azúcar, el algodón y el banano, aún suelen registrarse casos en las fincas cafetaleras y, actualmente, en los monocultivos de palma de aceite.

El agronegocio del aceite de palma ha expandido sus plantaciones sobre antiguas tierras campesinas, las cuales fueron vendidas por las familias debido a las condiciones de pobreza y abandono a la agricultura familiar por parte del Estado. El nuevo ciclo de concentración de tierras para la palma en las Tierras Bajas del Norte es promovido por el Estado y el sector privado bajo la promesa de trabajo y desarrollo. En la práctica, este discurso justifica el despojo de tierra, trabajo y bienes naturales a miles de familias campesinas e indígenas.

Para combatir el problema del trabajo infantil y trabajo infantil en sus peores formas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en colaboración con la asociación mundial Alianza 8.7, promovieron en 2021 la declaración del Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil por parte de la Asamblea General de la ONU. Esta iniciativa ha permitido visibiliza la mera de erradicación del fenómeno del trabajo infantil a nivel global y constituye un llamado a las naciones a luchar por su erradicación en sus peores formas.

Este esfuerzo se ubica en el marco de la Agenda ODS 2030, la cual representa un compromiso pendiente por parte del Estado de Guatemala, el cual ha hecho muy poco en este sentido. De esta forma, cualquier acción urgente que emprenda será importante para las niñas y los niños en condiciones de explotación y trabajo forzado, aunque a la larga, sin reformas sociales más profundas, no sean más que acciones paliativas. Tal como el informe lo advierte:

“Los cambios más difíciles se relacionan con las condiciones estructurales que permiten la existencia y proliferación del trabajo infantil: la pobreza y pobreza extrema; la marginación de la economía campesina e inseguridad del derecho a tierra para desarrollo rural integral; la desigualdad de oportunidades para la juventud: discriminación hacia los pueblos indígenas; deficiencias en la cobertura y calidad del sistema de educación pública, entre otras.” (Pág. 7).

El Estado debería de aprender de pequeñas experiencias a favor de la niñez como las del proceso emprendido en Sechaj II, basado en el compromiso de toda la comunidad, la organización de padres de familia, en coordinación con profesores y autoridades comunitarias. Mediante esta articulación, se canalizaron insumos escolares y se facilitó el acompañamiento pedagógico personalizado a las niñas y niños con dificultades de aprendizaje o con necesidad de reforzamiento, particularmente necesario durante la cuarentena. Este proceso fue acuerpado a nivel nacional mediante la incidencia política con actores clave (municipalidades, organizaciones sociales, instituciones públicas) y la generación de alianzas y compromisos a favor de los derechos de la niñez a la educación, al ocio, a la libertad, a la salud y a una vida digna.

Niñas y niños de la escuela caserío Sechaj II, Raxruhá, Alta Verapaz.

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